Una compañía debe tener perfectamente identificados a los colaboradores que reúnen los talentos que se requieren para resolver situaciones críticas, para poder mandarlos llamar rápidamente cuando éstas se presenten.
En este sentido, por ejemplo, un sismo es una situación de crisis y se requiere de equipos de alto desempeño para enfrentarlo. Pero las situaciones de crisis que una empresa puede experimentar pueden ser de diversa índole y magnitud; hablamos, igualmente, de situaciones emergentes cuando, por ejemplo, se da un despido masivo de empleados en una compañía o, tal vez, un cliente decide hacer un pedido inmenso que supera el nivel de operación de la compañía.
Debido a lo anterior la organización procede a realizar la integración del equipo y cuando hablamos de integración nos referimos a identificar a las personas que tienen talentos muy desarrollados en ciertas áreas de la organización y que son los empleados que, justamente, pueden dirigir o encaminar la solución a diferentes problemas que se pueden presentar. Si regresamos al ejemplo del sismo, todos hemos oído hablar de los topos, un grupo de expertos que a pesar de que cada uno de ellos cuenta con su profesión particular, cuentan con una preparación muy especial para hacer frente a emergencias como los sismos.
Los integrantes de un equipo de alto desempeño cuentan con las siguientes características:
Son expertos en su tema, son los mejores en “eso” que hacen.
Tienen muy claro el foco; es decir, tienen muy claro qué es lo que tienen que lograr. Se trata de un grupo de enfoque que tiene perfectamente claro cuál es su misión.
Saben integrarse bien entre ellos; es decir, saben qué parte le toca a cada uno, hasta dónde deben dar, para realmente ser un engrane efectivo en el proceso, de cara al objetivo que deben lograr.
Asimismo, las personas que conforman un equipo de alto desempeño deben:
Saber manejar muy bien sus emociones, ya que un entorno crítico requiere de mucha “cabeza fría”. Cuentan con una inteligencia emocional y no pierden el control frente a emergencias. En definitiva, cuentan con una gran habilidad para manejar sus emociones en momentos de mucha tensión.
Saber comunicarse entre ellos de manera eficaz; la comunicación juega un papel relevante en este tipo de situaciones.
Todas las empresas enfrentan eventualmente situaciones de crisis donde hay mucho en juego y depende, en buena medida, de contar o no con un equipo de estas características, para que la compañía pierda o no grandes negocios o, inclusive, ponga en juego su supervivencia.
Asimismo, estos equipos están formados en base al tipo de emergencias que pueden surgir en la organización. En este sentido, existen equipos de alto desempeño en las compañías que van desde brigadas de seguridad, hasta personas expertas para situaciones críticas que puedan surgir en el área de finanzas, cuando, por ejemplo, la empresa está atravesando por un mal momento financiero o en ventas, cuando un cliente demandante realiza un pedido que implica aumentar los ingresos de la compañía de manera notable y exponencial, y no se cuenta con suficiente capacidad de producción.
Finalmente, es importante subrayar que no cualquier equipo de trabajo es de alto desempeño, este último del que hablamos en la entrada del blog de hoy es solamente para situaciones de crisis. Debido a que el nivel de adrenalina y desgaste que los líderes viven en ese tipo de emergencias es insostenible en el tiempo, porque la exigencia física e intelectual es enorme en esos contextos.
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