La semana pasada reunido en distintos foros con grupos gerenciales de diferentes empresas, hice un ejercicio para verificar si todos entienden las prioridades de la compañía de la misma manera, no fue sorprendente, pero si preocupante ver como en diversos equipos, la diferencia entre prioridades es muy marcada, sin embargo lo que más llama mi atención de este ejercicio es la actitud defensiva de los directores de las empresas a negar una realidad innegable: la dirección de la empresa no es clara.
En ese sentido, creo pertinente el ofrecer tres claves relevantes para lograr desde diferentes perspectivas que los gerentes de tu empresa evalúen y construyan la alineación que se necesita, no hacerlo es costoso y en ciertos términos irresponsable.
Los gerentes usan las prioridades para decidir los criterios sobre los que toman decisiones, si esos criterios están mal alineados, el dispendio de tiempo, recursos humanos y económicos, sangrará de una forma contundente a la organización, alejándola de los resultados esperados.
1.- Si no sabe si hay alineación, Pregunte.
Es indispensable que los líderes de la compañía construyan una visión común que les proporcione un claro sentido de dirección, los ejercicios de planeación estratégica, suelen tener este propósito, sin embargo, la dirección debe validar de forma constante que el equipo gerencial entiende con claridad, ¿Por qué hacemos lo que hacemos? y ¿A dónde queremos llegar?
En una de las compañías visitadas estas semanas, recuerdo a un Director mencionando a pesar de la irrefutable fuerza de la evidencia escrita, que no era que su gente no supiera el objetivo, sino que algunos lo entendían de diferente manera. Me parece riesgoso para cualquier director no tener la garantía de que este supuesto es válido, en cualquier organización enfrentarse a esta realidad de poca alineación es molesto, decepcionante o frustrante, pero como lo hacemos notar en las intervenciones de BLGroup, es mucho más valioso entender que no todos estamos remando hacia el mismo lado, que pretender que estamos alineados cuando en realidad no lo estamos.
El tener un elemento de diagnóstico nos permite ajustar las velas y mejorar las probabilidades de que el equipo en su conjunto llegue a buen puerto, estando seguros que cuando la marea cambie, todos sabremos tomar las decisiones necesaria para mantener el rumbo hacia la misma dirección.
2.- Más comunicación, no significa mejor comunicación.
En otra compañía de manufactura, me encontré con un director frustrado por que desde su perspectiva la prioridad más importante había sido comunicada ya en múltiples ocasiones, lo cual lo impulsaba a incrementar los flujos de información buscando generar mayor entendimiento, gestando entonces una serie de reuniones adicionales en un ambiente de “juntitis” que pocas veces era efectivo. Para nosotros es evidente que si el sistema de juntas no mejora la comunicación, por lo que no deberíamos incrementar el mecanismo de reuniones para resolver el problema de alineación.
Desde nuestra óptica se trata de identificar si las habilidades de comunicación de la dirección son eficaces, si construye canales de comunicación bidireccionales, o de si solo reúne a su equipo para tener una monólogo de una hora en la que no les da oportunidad de expresarse, y termina dando información que muy bien hubiera podido haber escrito en un email sin la necesidad de convocarlos cuando tienen todos una agenda propia y actividades que hacer.
La comunicación organizacional es una ciencia y un arte, creemos que para que sea eficaz, las piezas de comunicación particularmente hablando de las prioridades de la empresa deben ser simples y enfocadas a transmitir una solo idea, proporcionando un poco de contexto, en una campaña que refuerza el mensaje una y otra vez en diferentes canales y con distintas formas.
3.- Empatizar desde otras perspectivas
Los gerentes no escuchan los mensajes desde la perspectiva de la dirección, escuchan y entienden primero los mensajes desde su perspectiva propia; esto es natural, humano y predecible, la magia de la comunicación bidireccional radica, justamente en poder establecer un diálogo en el que cada actor de este proceso, nos permite entender como interpreta estas prioridades, y con ayuda de algunas herramientas y metodologías útiles, les permitimos empatizar con nosotros, y nosotros nos permitimos empatizar con ellos.
Este ejercicio de empatía ayuda a predecir posibles obstáculos cuando la visión o las prioridades son comunicadas, no todos entendemos de la misma forma, ni al mismo tiempo, por lo que utilizar metodologías como el mapa estratégico de Balanced Score Card, nos ayuda a construir esta visión común y a generar ese impulso inicial que toda iniciativa nueva necesita cuando nace.
Finalmente, a partir de nuestra experiencia en consultoría dentro de BLGroup, hemos aprendido que si los objetivos no son claros, la velocidad para llegar a las metas será lenta, ya que las empresas avanzan a la velocidad del integrante de su equipo más lento. Acérquese a los experimentados consultores de BLGroup, será un gusto poner a su alcance nuestras herramientas metodológicas de cara a facilitarle llegar a los objetivos.
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